México se distingue por su gran diversidad. Además de los propios retos que afrontamos, la conectividad permanente que vivimos con el resto del mundo añade complejidad y dinamismo a nuestro día a día. Los nuevos escenarios –altamente cambiantes– exigen que el sistema educativo esté en constante renovación y revisión, con el fin de asegurar que la educación permita alcanzar a las futuras generaciones su máximo potencial.

Las regiones que conforman México tienen características propias que deben dar lugar a planteamientos de política pública en educación sensibles a los distintos contextos del país. Aunado a esto, millones de niñas, niños y jóvenes, que diariamente asisten a la escuela, poseen un bagaje de experiencias, conocimientos y habilidades propias, al mismo tiempo que enfrentan diversos tipos de barreras para el acceso a la educación de calidad. Estos son aspectos que los maestros y el sistema educativo, en su totalidad, deben considerar para ofrecer una educación pertinente y relevante para todos. Es por ello que las acciones que se realicen en torno al crecimiento y al desarrollo socioeconómico de nuestra nación deben incorporar la equidad como elemento ineludible.

Así, en el marco del planteamiento pedagógico del Modelo Educativo, se presenta esta Estrategia de equidad e inclusión en la educación básica: para alumnos con discapacidad, aptitudes sobresalientes y dificultades severas de aprendizaje, conducta o comunicación.